Cuando hablamos de gestión empresarial o management, nos referimos a mucho más que simplemente administrar recursos y supervisar operaciones. Gestionar una empresa requiere de una serie de habilidades para implementar procesos, aplicar técnicas y planificar estrategias que mejoren la eficiencia y la consecución de los objetivos empresariales.
En este artículo, descubriremos los conceptos clave de la gestión empresarial, los beneficios que aporta y las características fundamentales.
¿Qué es la gestión empresarial?
La gestión empresarial es el conjunto de tareas, ejecución de acciones y optimización de los procesos de una empresa con el fin de lograr los objetivos marcados, por ejemplo, incrementar las ventas o los beneficios.
Esencialmente, el management o gestión de empresas consiste en planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos disponibles en cada una de las áreas de una organización. Estas áreas incluyen las finanzas, los recursos humanos, el marketing, las ventas y las operaciones empresariales.
Por tanto, la gestión de una empresa exige realizar las siguientes funciones:
- Planificación: es el proceso de fijar los objetivos, definir las estrategias y determinar el conjunto de acciones necesarias para alcanzar esos objetivos.
- Organización: implica crear una estructura según la actividad que las personas desarrollan en la empresa. La organización tiene como fin crear un entorno propicio para que los empleados desempeñen sus funciones de manera eficiente.
- Dirección: supone liderar y coordinar al conjunto de empleados de la empresa hacia el logro de los objetivos fijados. La dirección de una empresa requiere que las personas responsables de ejecutar esta actividad tengan la cualificación necesaria, destrezas para tomar decisiones, capacidad de comunicación, liderazgo y visión estratégica.
- Control: es el proceso de supervisar y evaluar el funcionamiento de la empresa. Para ello se comparan los resultados obtenidos con los objetivos establecidos. La función de control permite corregir desviaciones, implementar mejoras y garantizar que se estén siguiendo los planes y estrategias establecidos.
Principales áreas de la gestión de empresas
Las áreas principales que desempeña un papel vital en la gestión empresarial son las siguientes:
- Gestión estratégica: implica establecer la dirección y metas a largo plazo de la organización, analizar el entorno interno y externo de la empresa, y desarrollar estrategias para lograr los objetivos marcados.
- Gestión financiera: abarca la administración de los recursos económicos de la empresa, que incluye la elaboración de presupuestos, análisis de los estados de financieros o cuentas anuales y la gestión de las inversiones o desinversiones si fuera necesario.
- Gestión de marketing: se centra en comprender las necesidades de los clientes, desarrollar estrategias comerciales y publicitarias, así como gestionar la promoción y distribución de productos o servicios.
- Gestión de operaciones: involucra la administración de los procesos y sistemas que producen y entregan los productos o servicios de la empresa, incluyendo la cadena de suministro y la logística.
- Gestión de recursos humanos: se encarga de reclutar, contratar, capacitar y evaluar a los empleados, así como de desarrollar políticas de compensación.
- Gestión de tecnología de la información: implica la administración de la infraestructura tecnológica de la empresa, incluyendo hardware, software y gestión de datos.
- Gestión de riesgos: se enfoca en identificar y gestionar los riesgos a los que se enfrenta la empresa, implementando estrategias para mitigarlos.
La gestión empresarial abarca la planificación, organización, dirección y control de los recursos en las diferentes áreas clave de una compañía con el objetivo de alcanzar metas específicas como el incremento de las ventas o beneficios.
Importancia y beneficios de la gestión empresarial
Cualquier tipo de empresa (pequeña, mediana o grande) necesita ser gestionada, independientemente de cuál sea su modelo de negocio. Y es incuestionable que una gestión de empresas correcta tiene muchos beneficios que marcan la diferencia entre el fracaso y el triunfo. Por ello, a continuación, se detallan los beneficios asociados al buen funcionamiento de las diferentes actividades de una empresa:
Mejora la productividad
En primer lugar, gestionar una empresa adecuadamente implica una mejora notable en la productividad como consecuencia de implementar técnicas, estrategias y líneas de actuación apropiadas a cada situación. Por ejemplo, algunas de estas acciones incluyen la asignación eficiente de los recursos y la optimización de procesos.
Los beneficios de estas acciones suelen traducirse en un aumento significativo de la productividad, ya que los trabajadores pueden realizar más tareas en menos tiempo, son más eficaces, a la vez que maximizan los recursos disponibles (materiales, dinero, etc.).
Facilita la toma de decisiones
Además, la gestión empresarial facilita la toma de decisiones basadas en hechos concretos gracias al análisis de datos relevantes y la evaluación de diferentes. Esto reduce el riesgo de cometer errores que lleven al fracaso y permite enfocar la dirección hacia el logro de los objetivos empresariales.
Aumento de la rentabilidad
Otro beneficio clave de la gestión empresarial es el aumento de la rentabilidad al implementar técnicas de control de costes y gastos, identificar oportunidades de crecimiento y aumentar la eficiencia en todas las áreas de la empresa. Por otro lado, la labor de gestionar una empresa implica identificar errores en las operaciones de la organización con el fin de minimizar pérdidas económicas.
Por tanto, con la aplicación de técnicas de management es posible lograr incrementar los ingresos y reducir los gastos innecesarios para obtener mayores ganancias económicas o ingresos por las ventas.
Mejora de la competitividad
La gestión empresarial desempeña un papel fundamental en la mejora de la competitividad de una empresa al implementar estrategias y técnicas adecuadas. Estas incluyen la optimización de procesos, el análisis de la competencia y la adaptabilidad al cambio.
Generalmente, una organización puede posicionarse de manera destacada en el mercado si se desarrolla una gestión empresarial dirigida hacia la identificación de oportunidades de crecimiento y planificación de estrategias para lograr ventajas competitivas que aseguren su posición en el mercado.
La gestión eficaz de una empresa conduce a obtener mejores índices de rentabilidad y productividad, además de mejorar la capacidad de la organización para competir en el mercado.
10 Habilidades clave para dedicarse a la gestión de empresas
Al igual que otros tipos de competencias y habilidades, las vinculadas a la gestión empresarial han evolucionado a lo largo del tiempo. Empresarios, directivos o gerentes que se dedican a la gestión de una empresa requieren tener una serie de habilidades actualizadas relacionadas con un estilo de management adaptado a los tiempos actuales.
En términos generales, las personas responsables de la administración de una empresa deben estar formadas en técnicas duras relacionadas con la gestión de las finanzas, el marketing, las operaciones, los recursos humanos, entre otras. Además, deben también dominar otro tipo de habilidades denominadas blandas, que actualmente tienen especial importancia en la gestión de cualquier tipo de organización empresarial.
Las habilidades clave necesarias para la gestión empresarial son las siguientes:
- Planificación estratégica: se trata de saber establecer la dirección y los objetivos a largo plazo de la organización, identificando oportunidades, analizando el entorno empresarial y formulando estrategias para alcanzar los objetivos establecidos.
- Asignación de recursos: se ocupa de asignar los recursos disponibles de manera eficiente, incluyendo capital financiero, talento humano y tecnología, para garantizar un funcionamiento óptimo de la empresa.
- Establecimiento de objetivos: este es otro de los puntos clave de la gestión empresarial. Los objetivos deben definirse de forma clara y deben ser medibles, ya que sirven como guía para todas las actividades y decisiones que se toman a nivel organizacional.
- Toma de decisiones: esta habilidad es otro de los ejes en el cual gira la gestión de una empresa. Cosiste en tener la destreza para tomar decisiones evaluando diferentes alternativas y elegir la mejor opción para lograr los objetivos empresariales.
- Gestión del cambio: la habilidad relacionada con la gestión del cambio es otra de las actividades clave involucradas en el management. Además, en los tiempos que corren es necesario anticiparse a los cambios que se produzcan en el mercado y en el entorno empresarial, conocer las tendencias y tomar medidas tanto para la adaptación como para aprovechar oportunidades.
- Liderazgo: liderar y motivar a los miembros de un equipo hacia el logro de los objetivos además de fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y productivo, es otra de las habilidades claves relacionadas con la gestión de empresas.
- Fomento de la innovación: impulsar la creatividad en la organización, valorar las ideas nuevas, promover la experimentación y buscar soluciones innovadoras para los desafíos empresariales, son tareas imprescindibles que están dentro de los objetivos de gestión empresarial.
- Gestión del tiempo: esta técnica es fundamental para la gestión empresarial. Implica establecer prioridades, administrar cronogramas, delegar tareas y utilizar herramientas de planificación para optimizar el uso del tiempo y mejorar la productividad.
- Gestión del talento: actualmente es uno de los retos de la gestión empresarial. La habilidad de gestión del talento se refiere a la identificación, atracción, desarrollo y retención del talento humano en la organización. Para ello, es necesario dominar la implementación de estrategias de reclutamiento y selección, diseñar programas de desarrollo profesional, realizar evaluaciones de desempeño y elaborar planes de sucesión para cargos o directivos.
- Resolución de conflictos: es la capacidad de abordar y resolver desacuerdos, disputas o problemas interpersonales, al mismo tiempo que se fomenta la colaboración y el entendimiento entre las partes para mantener un ambiente laboral armonioso y productivo.
Como hemos visto, la gestión empresarial es una labor que requiere responsabilidad y exigencia en su desempeño. Además de todo lo visto en este artículo, también debes conocer los tipos de gestión empresarial más frecuentes que eligen directivos y gerentes para mejorar los resultados de la empresa.
No obstante, lograr un desempeño excelente administrando una empresa no se logra a través de la suerte o por arte de magia, sino que se adquiere gradualmente a través de la experiencia y la formación específica en este campo.
Qué estudiar para dominar la gestión empresarial
Sí te preguntas qué es un MBA y para qué sirve, los programas Master of Business Administration (MBA) son esenciales para adquirir la capacitación profesional para gestionar una empresa. Estos programas son ideales tanto para aquellos con una formación previa en Administración de Empresas como para otros profesionales de diversas áreas (ingenierías, economía, ciencias sociales, recursos humanos, etc.) así como para los emprendedores. A diferencia de la formación tradicional universitaria en ADE, los masters MBA se centran en la aplicación práctica de los conceptos asociados al management.
Estudiar un MBA ofrece una perspectiva integral de la gestión empresarial y dota a los participantes de las habilidades directivas clave como, por ejemplo: liderazgo, toma de decisiones estratégicas y análisis financiero. A través de la elaboración de proyectos de creación de empresas, análisis de casos y experiencias prácticas, los alumnos de un Máster en Administración de Empresas adquieren los conocimientos y las competencias necesarias para desenvolverse adecuadamente desempeñando funciones de gestión y dirección empresarial.
Las mejores Escuelas de Negocios diseñan masters MBA que ofrecen a los profesionales, la oportunidad de mejorar y actualizar sus habilidades de forma holística para impulsar el crecimiento de las empresas en las que trabajan o acceder a nuevas oportunidades laborales. En el caso de los emprendedores sin formación empresarial, un MBA proporciona las herramientas necesarias para gestionar eficazmente su negocio y así, superar los desafíos que se presenten.
En otras palabras, los masters MBA son la mejor opción para formar a profesionales de diferentes campos en gestión empresarial. Estos programas ofrecen un aprendizaje práctico, tanto para mejorar habilidades existentes como para adquirir nuevas competencias.
Los masters MBA son la mejor opción para adquirir competencias clave de gestión empresarial porque proporcionan un aprendizaje práctico y el desarrollo de habilidades esenciales de management.